Dejé de contestarle las llamadas hace siglos, justo cuando me di cuenta de lo que había detrás de ellas. Dejé de hablar con él casi totalmente hace semanas, a excepción del saludo de rigor. Le di motivos más que suficientes para demostrar que no quiero saber nada de él fuera del terreno estrictamente profesional.

Y... hoy, después de semanas sin cruzar más de dos palabras... me aparece con un regalo.

Tío, ¿qué problema tienes? ¿Qué parte de "no-me-interesas" no has entendido?

Por favor, no me pongas en un compromiso delante de todo el mundo.

No hagas de esto un asunto público. No me pongas en evidencia. No cometas el error de pensar que un regalo va a hacer que cambie de opinión sobre ti.

Estoy viviendo una situación de lo más incómoda.

¿Qué tengo que hacer para que lo entiendas?

Feeling... Abatida

Escuchando... el silencio

Llegó un buen día, salida de no se sabe donde, y se presentó. La saludé amablemente, y pronto pareció que llevara allí toda su vida.

No era la primera compañera de trabajo con la que podía pasar un rato agradable, pero sí la primera que compartía varias de mis aficiones... y eso hacía más cortas las interminables horas en caja, atendiendo a los clientes y, en resumen, aburriéndome como una ostra.

Le gustaba Piratas del Caribe, y Orlando Bloom. Recuerdo un día en que discutimos sobre dónde estaba más guapo, y ella dijo que en El Señor de los Anillos, sin duda. "Aunque es un poco friky, con eso de «Dime, Legolas, ¿qué ven tus ojos de elfo?»", añadió, divertida. Teníamos Piratas del Caribe puesta de fondo, y recuerdo la ilusión que nos hacía cobrar a la gente con la musiquilla de la película de fondo.

Otro día, empezamos a hablar de videojuegos. Yo, que gracias a Adri me había introducido hacía tiempo en el fabuloso mundo de Final Fantasy, tenía cháchara durante horas. Justo acababa de pasarme el Final Fantasy X, y estaba totalmente emocionada. Recuerdo que ella me habló de Final Fantasy VII, y de Sephirot y del encanto que tenía como personaje. Como no lo había jugado, no le presté atención al asunto... pero hace poco me lo pasé, y me acordé de ella.

Un buen día, llegué al trabajo, y ya no estaba. Aparentemente estaba enferma; y a la semana siguiente resultó que había dejado la empresa, por problemas de compatibilizar los horarios con su novio. Fue una pena, porque ni siquiera pude despedirme de ella.

Es extraño que alguien a quien apenas conocí me influyera, aunque fuera muy levemente. Pero es que, cuando observo a la chica que han puesto en su lugar, no puedo evitar acordarme de lo fantástico que era todo cuando podía comentar cosas con ella... la nueva es maja, pero arisca y poco aficionada a los videojuegos, a las películas o a Orlando Bloom. No es lo mismo.

Poco después de que se fuera esta chica, se fue mi otra gran amiga en la empresa. Luego se fue la primera jefa que tuve. Y antes que ellas se habían ido los refuerzos con los que yo compartía turno.

El trabajo se está llenando de caras extrañas, desconocidos poco amigables y con los que no me siento cómoda. Y ahora añoro esa época en la que podía hablar con mis compañeros de casi cualquier cosa.

Feeling... Apática

Escuchando... Sugar, Sugar- The Archies

Sí; finalmente ayer tuve la práctica del curso.

Y sí, fue ciertamente incómodo pero no fue tan terrible. Fui torpe, me equivoqué de puerta dos veces y sembré el caos por el pasillo antes de entrar a la sala, pero después de mi espectacular entrada todo fue bien. No sabía qué decir, pero no importa... porque muchas veces es mejor callar y no confirmar que estás chalada. Intento convencerme de que así di aspecto de formalidad y seriedad. Hablé en los momentos justos, escuché y escuché durante dos horas y les agradecí haberme dejado estar allí justo antes de marcharme. Oye, no está mal para ser yo.



Ayer fue un día intenso. Por la mañana, clases hasta las tantas. Luego, a comer en el tren a toda prisa. Luego a casa de Adri a verle media hora. Después vete corriendo a las prácticas. Luego a toda velocidad al curso (la clase empezaba a las 7, y no estaba segura de si me tocaba el profesor quisquilloso con la puntualidad). Y luego al llegar a casa, cena y charla con Helenita!!. Fue un día intenso pero al mismo tiempo guay... eso sí, ¡todo el día de estrés por ir corriendo a todos sitios!



Me lo compensará el día de hoy. Adoro el 1 de mayo, porque es festivo pero no me hacen ir a trabajar (a pesar de que en mi contrato pone explicitamente que debo ir todos los festivos). ¡Bendita Generalitat que obliga a cerrar en el día de hoy! Aunque creo que después de la semana que llevo, me lo he ganado. Especialmente después del horror del ciclo de conferencias de la semana pasada, que no me dejó ni un instante de descanso. Ayer en economía tuve que hacer una editorial sobre "¿Es necesario en el siglo XXI celebrar el primero de mayo?". La respuesta era, irrevocablemente, "sí".


Y como día de fiesta que es, tengo un plan fantástico. Mañana en casa, y tarde viendo One Tree Hill con Adri, ¡que lleva sólo 5 capitulos atrasados! Hacía tiempo que no tenía una mañana entera para dedicarme a escribir (aunque de hecho son las 12, así que tampoco tengo tanto tiempo). Intentaré encontrar mis borradores y mapas para la-historia-que-nos-hará-famosos, que no sé dónde he metido... y luego escribiré de los fics si la inspiración me asiste. Me siento bastante escritora hoy.



Escuchando... Give ireland back to the irish- Paul McCartney








Yvonne: ¿Dónde estuviste anoche?
Rick: ¿Anoche? No tengo la menor idea. Hace demasiado tiempo.
Yvonne: Y, ¿qué harás esta noche?
Rick: No hago planes con tanta antelación. (Casablanca, 1942)